viernes, 13 de abril de 2012

La luciérnaga y la serpiente



"Cuenta la leyenda, que una vez, una serpiente empezó a perseguir a una luciérnaga; ésta huía rápido y con miedo de la feroz depredadora, pero la serpiente no pensaba desistir. Huyó un día y ella no desistía, dos días y nada. En el tercer día, ya sin fuerzas, la luciérnaga paró y dijo a la serpiente:

- Puedo hacerte tres preguntas?
- No acostumbro dar este precedente a nadie, pero como te voy a devorar, puedes preguntar.
- ¿Pertenezco a tu cadena alimenticia?
- No.
- ¿Yo te hice algún mal?
- No.
- Entonces, ¿Por qué quieres acabar conmigo?
- Porque no soporto verte brillar."

Asi como a la luciérnaga nos encontramos con muchas serpientes que nos quieren destruir por envidia, lo que debemos hacer es seguir brillando y con más intencidad para segarlas con nuestro brillo.


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